Cuatro de las mayores empresas españolas (BSCH, BBVA, Telefónica y Repsol) pondrán a la venta sus activos inmobiliarios, para luego seguir en régimen de alquiler en esas mismas ubicaciones. Ya no hay duda que el ciclo alcista del ladrillo ha tocado techo y, es precisamente por esa razón que los mayores conocedores de este mercado quieren vender caro, permanecer en alquiler y posiblemente comprar barato a largo plazo.
Tanto el BBVA como el Santander argumentan que quieren, mediante estas ventas, lograr la liquidez necesaria para crecer a través de la compra de otros bancos (el BSCH espera reunir 4000 millones de € que invertira en la compra de ABN Amro). Por su parte, de las mayores inmobiliarias españolas (Sacyr Vallehermoso y otras) quieren diversificar su cartera de activos y así disminuir sus propiedades residenciales y aumentar el porcentaje de oficinas, en el cual se espera que la demanda y precios se mantenga y/o aumente.
En resumen, esto no debería originar una caida de precios de inmuebles, básicamente porque las ventas de estos bancos y empresas son de oficinas y no residencias, además que seguirán, por el momento, ocupando esas propiedades como arrendatarios, lo cual implica que la demanda no debería bajar. Pero el hecho de que en el año 2006 el aumento de precios en inmuebles haya sido del 11% y en el 2007 y 2008 será de aproximadamente entre el 5% y el 7% indica que se esta normalizando y que tal vez esto implique una caida, aunque leve, del mercado.
IDEM 